viernes, 26 de septiembre de 2014

Son muchos los temores que atraviesan por la cabeza de un emprendedor al momento de lanzarse al mercado, está el temor a perder sus recursos, de estar equivocados y que su idea no sea tan trascendente como el cree, el miedo a perder un tiempo valioso que quizás la vida laboral podría cobrarle o el pánico que genera el ser señalado por los demás como un loco, en fin, una cantidad de situaciones que parten desde la subjetividad de cada proyecto  y  que sin duda alguna, podrían mortificar al más valiente de todos y que solo los más osados se atreven a superar. No obstante, existe un miedo que está latente en toda nueva iniciativa emprendedora y que sin lugar a duda no debemos dejar pasar desapercibido, este monstruo  que le quita el sueño a muchos, y del cual ninguno se escapa no tiene otro nombre que: COMPETENCIA.

Y no los culpo, hoy más que nunca podemos observar como las compañías luchan unas contra otras por ganar un espacio en el corazón del consumidor, como cada día nacen compañías que logran desbancar de esos tronos de cristal a empresas que hasta hace solo unos años parecían intocables, como las grandes organizaciones invierten millones en recursos para generar una oferta superior a la de la competencia y así asegurar su supervivencia por lo menos por unos años más. 

A pesar de lo mencionado anteriormente, los emprendedores no deben temer a la competencia, al contrario, deben esforzarse por conocerla, por saber tanto de ellos como saben de sus productos y servicios, por poder identificar plenamente que es lo que nos diferencia de ellos, en otras palabras identificar cuál es su ventaja competitiva, pero para lograrlo, debe tener muy claro cuál es su mercado objetivo, entender el mensaje que nos están dando tantas compañías: es posible seguir creando crear nuevos mercados dentro de un mismo sector, lo cual  nos permite, aunque sea por un corto tiempo, dejar a un lado la competencia y enfocarnos en los clientes.

Existen cientos de ejemplos que sirven de evidencia de esto como es el caso de Instagram, la cual a pesar del gran  crecimiento de la competencia en el mercado de redes sociales, las cuales  buscaban luchar cabeza a cabeza contra el líder indiscutible: Facebook, decidió crear un nuevo mercado dentro del mismo sector, encontró en las personas a quienes solo les interesa ver fotografías la fuente de diferenciación que le permitió posicionarse y logra dejar atrás a cientos de competidores. O que decir  del tan famoso caso del circo del sol, quien ante un deterioro casi inevitable del sector cirquero, logro diferenciarse y sacudirse de la competencia apuntándole a un sector más exclusivo de la sociedad, dejando atrás la percepción de que el circo no es más que un espectáculo para niños.

Estos dos casos, son un reflejo de empresas que conocen muy bien su competencia, que pudieron identificar esos segmentos por los cuales estaban disputando y atacar aquellos vacíos y falencias que en ocasiones, por pensar en cómo podemos enfrentar a nuestros rivales, no nos permitimos ver. Los emprendedores deben ver en la competencia, esos aliados del mejoramiento continuo, del reforzamiento de la propia exigencia, del reforzamiento del pensamiento innovador que nos permita crear nuevos mercados y ser siempre un referente para nuestra competencia y no, simplemente un seguidor de tendencias. 

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