domingo, 1 de febrero de 2015

Durante todo el tiempo que llevamos con nuestro blog, hemos escrito sobre el espíritu emprendedor, hemos hablado sobre esas características que pueden hacer que un emprendimiento desde nuestro simple concepto, llegue a tener éxito o no. Sin embargo, hemos dejado pasar por alto una de las barreras más grandes que tiene una persona del común para llegar a tener esa empresa que siempre ha imagina o soñado, y esa barrera no es otra que: Ser un empleado.

Y no es que tener un empleo sea algo malo, y menos si en este obtendrá ciertas aptitudes o adquiere experiencia que lo hará desenvolverse mejor en su futuro emprendimiento. El problema radica, cuando su trabajo se convierte en su centro de vida, se vuelve una nube en su camino que se atraviesa entre sus sueños y su presente, obligándolo a posponer por un tiempo indefinido sus sueños.

Y es que afrontémoslo, pocas personas pueden darse el lujo de renunciar a sus trabajos actuales para aventurarse en un camino tan lleno de incertidumbre como el de iniciar una nueva empresa, siempre existirá el temor a perder esa “estabilidad” que les brinda hoy por hoy su empleo, el temor a dejar a su familia sin un sustento, el temor a no poder pagar las deudas adquiridas.

Y si a esto le sumamos los posibles conflictos que puede llegar tener si es que su emprendimiento involucra a terceros, la dificultad de cumplir citas porque sus agendas no coinciden, tener que posponer reuniones y compromisos pactados incluso con bastante antelación, puede hacer que un empleado piense que su sueño de ser un gran empresario, no es más que eso, un sueño.

Por lo anterior, el emprendedor cree que la vida lo ha puesto ante dos opciones en las que tiene que decidir entre olvidarse para siempre de sus sueños y someterse a sus temores o ser un emprendedor de medio tiempo, este emprendedor que tiene que dividir su tiempo entre trabajar cerca de 8 horas al día (en el mejor de los casos), compartir con su familia e iniciar un nuevo proyecto, ese emprendedor para el que los días inician a las 6 de la mañana y acaban a las 12 de la noche, ese emprendedor que sabe que su camino vendrá cargado de cientos de obstáculos, pero que no está dispuesto a  permitir que nada se interponga entre él y su meta.

Para aquellos que deciden tomar esta última opción es para quienes escribo este blog, porque son los que hacen la diferencia en el mundo, pues son quienes a pesar de ver todo un sinfín de complicaciones deciden arriesgarse, son esos los que el día de mañana miran el pasado y dicen “valió la pena”, no podemos esperar que las cosas que más anhelamos lleguen a nosotros por arte de magia, hay que salir a buscarlas a pesar de las adversidades.

Y les cuento que, por cuestiones de la vida, hoy me ha tocado a mí ser ese emprendedor, por ello durante los últimos dos meses habíamos pospuesto este sueño llamado idea por idea, este sueño que hoy volvemos a retomar y a compartir con ustedes con el ánimo de que nos sigan acompañando para lograr llegar a cada una de las personas que como nosotros, pensamos que a este mundo estamos llamados para emprender e innovar.

1 comentario:

  1. Emprender es un largo camino, lleno de vivencias, q a la final es lo que forman. Y respecto a ser empleado, pienso k es importante quemar dicha etapa, si lo eres mejor.

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